Anarquía como mensaje de éxito
Con tonalidades extremas y un mix de tipografías -que en Kollage adoramos- la sencillez con que se exhibió este icono es una bofetada al ambiente comercial artístico cotidiano en general a la vida en sí, hablamos de Never mind the bollocks de los irreverente Sex Pistols.
Para mimetizar menos la relación: esencia – parafernalia, el «-para muestra un botón-» es la inesperada combinación amarilla-fucsia del británico Reid que te hace preguntarte a ti crítico cotidiano: “mi hijo de 9 años pudo haberlo realizado mejor”.
Lo que no sabe el asombrado padre-crítico es que detrás de esa provocadora portada de disco se revelaba un performance extremo, irreverente en contenido y formalmente anti sistema.
En general este movimiento rebelde siempre ganó por ser desenfrenado a veces «inmaduro también se lo podría catalogar de extravagante.
Salvo la estética, su mensaje nos debe en consistencia, en dejarse vencer del tiempo, en no tener sustento firme razones que hacen presa fácil, producto de percha vendido por McLaren, manager de la banda.
Ya han pasado muchos años, demasiados años y como todo el punk mutó, ahora evolucionamos vertiginosamente por otros rumbos sonoros y visuales con sensibilidades que nos hacen extrañar la inocente anarquía.
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